Se trata de una adaptación al teatro hecha por Jose Antonio Vitoria de la novela escrita por Tom Sharpe.
Es una divertida obra en la que Fernando Guillen Cuervo da vida a un profesor frustrado casado con una mujer insoportable y mandona interpretada por Ana Milán. Su desastrosa vida le lleva a tirar a una obra una muñeca hinchable que cubren con hormigón y poco después piensan que en realidad se trata de su mujer, la cuál ha desaparecido con unos amigos franceses.
No es una obra maestra pero tiene grandes escenas de humor en las que las bromas se suceden una detrás de otra.
Es cierto que Ana Milán últimamente no para de hacer de mujer mandona y exigente que piensa que está por encima de su marido pero también es cierto que este personaje lo interpreta muy bien.
Destacable la interpretación de Ángel de Andrés que interpreta uno de los policias, torpes y que no entienden nada de lo sucedido.
En definitiva, es una obra recomendable para pasar un buen rato y reír, que hoy en día siempre viene bien.
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